Salí a dar una vuelta, entre ríos de gente, semáforos que se hacían eternos, pero no me importaba. Me brindaban la oportunidad de admirar cosas nuevas, sonreir a todas las chicas guapas que pasaban a mi lado. Y ocurrió.
Lo que no sucede en cien años pasa en un instante, ella me miró, y dulcemente me sonrió. Cuando pude digerir las mil sensaciones por segundo que recorrían por mi cuerpo y girar la cabeza para seguirla, ella ya había desaparecido. Fue cuestión de segundos. Y desapareció
¿ No os ha pasado alguna vez que ves a una chica, y sin conocerla parece que es la mujer perfecta, la mujer de tus sueños? Es como si la conocieras de toda la vida o la hubiese visto antes.
Dulce, sensible y con ritmo.
Vamos como la dulce Rhythm Sophie
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